Como todo en esta vida, lo que es visible a los ojos carga una historia a la espalda que muchas veces desconocemos. Y si hay algo que nos gusta hacer en BelAir <\/strong>es destapar los or\u00edgenes de productos, prendas o incluso personas.<\/p>\n\n\n\n

Hoy vamos a conocer de d\u00f3nde vienen productos que hemos integrado en nuestro d\u00eda a d\u00eda con total naturalidad, pero que, sin embargo, se llevan usando desde hace d\u00e9cadas. Es el caso la pasta de dientes, el pintalabios o los pintau\u00f1as<\/strong>.<\/p>\n\n\n\n

\u00bfDe d\u00f3nde viene la pasta de dientes?<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

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Un elemento clave y fundamental para nuestra higiene y cuidado personal es, sin duda alguna, el cepillado de dientes diario. Para ello, utilizamos un cepillo, hilo, enjuague bucal y el componente estrella\u2026 \u00a1La pasta de dientes! Que es la que nos permite y ayuda a mantener nuestra boca limpia, fresca y sana<\/strong>, combatiendo la placa bacteriana y el sarro.<\/p>\n\n\n\n

Si bien creemos que este es un producto avanzado y moderno, nos equivocamos. La higiene bucal ha preocupado desde tiempos inmemoriales, y, por ello, a lo largo de la historia surgieron diversas y algunas poco escrupulosas t\u00e9cnicas para limpiar nuestros dientes. Hace ya m\u00e1s de cuatro mil a\u00f1os<\/strong>, m\u00e9dicos egipcios crearon la primera pasta de dientes a base de piedra p\u00f3mez pulverizada, sal, pimienta, agua, u\u00f1as de buey, mirra y c\u00e1scara de huevo.<\/p>\n\n\n\n

Una t\u00e9cnica que evolucion\u00f3 de forma diferente en diversas civilizaciones como, por ejemplo, las de los romanos y los griegos, quienes utilizaban su propia orina<\/strong> para enjuagarse la boca. Los \u00e1rabes, por su parte, desarrollaron la utilizaci\u00f3n de una mezcla de productos abrasivos y ra\u00edces mientras que el Imperio Chino empleaba espinas de pescado machacadas para la higiene bucal.<\/p>\n\n\n\n

Adem\u00e1s, los expertos afirman que algunas culturas mesoamericanas utilizaban sustancias de origen vegetal y animal<\/strong> para tratar las caries, las molestias dentales y el mal aliento, as\u00ed como hojas mascadas como un chicle para dar buen olor.<\/p>\n\n\n\n

No fue hasta 1850 cuando Washington Sheffield Wentworth, cirujano dental y farmac\u00e9utico, desarroll\u00f3 una mezcla pastosa a la que denomin\u00f3 \u201ccrema dent\u00edfrica<\/strong>\u201d. Con la ayuda de su hijo cre\u00f3 el bote que hoy conocemos de pasta, ya que fue el que tuvo la idea de envasar esa mezcla pastosa en botes similares a los de la pintura para que su uso fuese m\u00e1s f\u00e1cil y limpio.<\/p>\n\n\n\n

No obstante, hasta 1896 no empez\u00f3 a comercializarse, cuando de la mano de William Colgate se desarroll\u00f3 la primera marca oficial de higiene dental con una formula mejorada. Sin duda alguna, la pasta de dientes ha experimentado muchos cambios a lo largo de la historia. De hecho, en los a\u00f1os 60 hubo pasta de dientes roja conseguida mediante tintura de cochinilla, a la que se denomin\u00f3 \u201cEl Torero\u201d<\/em><\/strong>,<\/em> y su particularidad resid\u00eda en enrojecer las enc\u00edas y resaltar por contraste el blanco de los dientes.<\/p>\n\n\n\n

Y, para los m\u00e1s curiosos, \u00bfde qu\u00e9 est\u00e1 hecha la pasta de dientes que utilizamos hoy en d\u00eda?<\/p>\n\n\n\n

• Polvo de tiza para pulir la dentadura.<\/li>
• Detergente espumoso para limpiarla.<\/li>
• Fluoruro, un producto qu\u00edmico para conservar los dientes.<\/li>
• Una sustancia gelatinosa hecha de algas para unir los ingredientes.<\/li>
• Esencias para dar sabor agradable al conjunto.<\/li>
• Desinfectante germicida.<\/li><\/ul>\n\n\n\n

  \u00bfDe d\u00f3nde viene el pintalabios?<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

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  Los labios son una parte importante de nuestro rostro, si los ojos son el espejo del alma, los labios lo son de nuestro estado de \u00e1nimo, saludo y edad. Hoy en d\u00eda existen infinidad de firmas de pintalabios que buscan la f\u00f3rmula perfecta<\/strong>, la que combina hidrataci\u00f3n, pigmentaci\u00f3n y larga duraci\u00f3n. \u00a0<\/p>\n\n\n\n

  Pero la historia de los labiales se remonta a civilizaciones antiguas, en las que el maquillaje era un s\u00edmbolo de estatus, utilizado tanto en mujeres como hombres. En Mesopotamia<\/strong> utilizaban una mezcla creada a base de insectos como la cochinilla, a la que a\u00f1ad\u00edan piedras preciosas y otros componentes naturales como la henna y la arcilla, machacados para formar una pasta y aplicarla sobre los labios.<\/p>\n\n\n\n

  En esta l\u00ednea, los egipcios<\/strong> incorporaron los tonos m\u00e1s llamativos como el morado y el negro y, si bien se serv\u00edan de insectos para pigmentar, tambi\u00e9n utilizaban sustancias nocivas como el plomo y una mezcla de bromo manitol y yodo, que pueden provocar enfermedades graves o, incluso, la muerte.<\/p>\n\n\n\n

  Por su parte, en el Imperio Griego<\/strong> utilizar un labial era signo de prostituci\u00f3n, por lo cual cada persona que ejerciese esta profesi\u00f3n estaba obligada, por ley, a utilizar labios oscuros. Bajo el marco de estas connotaciones negativas, durante el cristianismo, la iglesia conden\u00f3 durante a\u00f1os el uso de este producto al asociarlo con adoraciones sat\u00e1nicas. No obstante, si permit\u00eda el b\u00e1lsamo. En esta \u00e9poca, las mujeres recurr\u00edan a pellizcar, morder o frotar materiales contra los labios para enrojecerlos. \u00a0<\/p>\n\n\n\n

  No fue hasta el siglo XVI<\/strong> cuando el labial vuelve con m\u00e1s fuerza que nunca durante el reinado de la reina Elizabeth de Inglaterra, quien populariz\u00f3 la piel p\u00e1lida y los labios rojos.<\/p>\n\n\n\n

  A finales del siglo XIX<\/strong>, el fabricante franc\u00e9s Gerlain<\/strong> cre\u00f3 un producto en forma de palo hecho de sebo, cera de abejas y aceite de oliva envuelto en papel, a un precio muy asequible. Fue un \u00e9xito en ventas y populariz\u00f3 el pintalabios. El comienzo del formato que hoy en d\u00eda conocemos y que, con el tiempo, fue mejorando su aplicaci\u00f3n y f\u00f3rmula hasta convertirse incluso en un s\u00edmbolo feminista.<\/p>\n\n\n\n

  \u00bfDe d\u00f3nde vienen los pintau\u00f1as?<\/strong><\/h2>\n\n\n\n

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  Nuestras manos y nuestros pies cobran protagonismo durante los meses de verano. Con vistas a lucirlos por el calorcito, recurrimos a los especialistas para encontrar los mejores cuidados y dise\u00f1os.<\/p>\n\n\n\n

  Pero \u00bfcu\u00e1l es el origen del pintau\u00f1as?<\/strong> Pues bien, se trata de una pr\u00e1ctica est\u00e9tica que ya estaba en marcha en el 3.000 antes de cristo, cuando mujeres y hombres de la clase aristocr\u00e1tica se pintaba las u\u00f1as cubri\u00e9ndolas con colores a base de pigmentos naturales como la henna. Sin embargo, cabe se\u00f1alar que se trataba de una t\u00e9cnica utilizada exclusivamente por la alta sociedad por la falta de recursos de las clases populares.<\/p>\n\n\n\n

  Durante la dinast\u00eda Ming<\/strong>, en China fueron los primeros en preocuparse de que el esmalte tuviera una mayor duraci\u00f3n, por lo que incorporaron cera de abeja o clara del huevo para intentar que el esmalte durase m\u00e1s tiempo. De hecho, hay constancia de que en el 600 antes de Cristo las clases gobernantes de China utilizaban esmaltes fabricados con oro y plata.<\/p>\n\n\n\n

  A\u00f1os m\u00e1s tarde, con la peste acechando, lo poblaci\u00f3n abandon\u00f3 esta tendencia dejando sus u\u00f1as lo m\u00e1s cortas posibles por motivos de higiene. No fue hasta el siglo XX cuando los hermanos Charles y Mart\u00edn Revson y Charles Lachman<\/strong> lanzaron al mercado el primer esmalte de u\u00f1as muy parecido a los actuales. Utilizaron como base un producto de la \u00e9poca dedicado a pintar los coches. Su uso fue popularizado por las estrellas de Hollywood y la llegada del cine en color, donde aparec\u00edan luciendo esmaltes de colores s\u00f3lidos muy llamativos.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

  Conoce el origen y la historia de productos tan cotidianos como la pasta de dientes, los labiales o los pintau\u00f1as. More<\/a><\/p>\n","protected":false},"author":7,"featured_media":11305,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"rank_math_lock_modified_date":false,"advgb_blocks_editor_width":"","advgb_blocks_columns_visual_guide":"","footnotes":""},"categories":[2],"tags":[126,447,111],"reaction":[],"adace-sponsor":[],"class_list":{"0":"post-11301","1":"post","2":"type-post","3":"status-publish","4":"format-standard","5":"has-post-thumbnail","7":"category-belleza","8":"tag-historia","9":"tag-manicuras","10":"tag-maquillaje"},"acf":[],"author_meta":{"display_name":"Mar\u00eda de la Plaza","author_link":"https:\/\/belairmagazine.es\/author\/mariadelaplaza\/"},"featured_img":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-content\/uploads\/2020\/07\/swatches-colors-makeup-make-up-lip-lipstick-300x169.jpg","wps_subtitle":"","coauthors":[],"tax_additional":{"categories":{"linked":["Belleza<\/a>"],"unlinked":["Belleza<\/span>"]},"tags":{"linked":["historia<\/a>","Manicuras<\/a>","maquillaje<\/a>"],"unlinked":["historia<\/span>","Manicuras<\/span>","maquillaje<\/span>"]}},"comment_count":"0","relative_dates":{"created":"Publicado 4 a\u00f1os hace","modified":"Actualizado 5 a\u00f1os hace"},"absolute_dates":{"created":"Publicado el 12 agosto, 2020","modified":"Actualizado el 5 agosto, 2020"},"absolute_dates_time":{"created":"Publicado el 12 agosto, 2020 8:00 am","modified":"Actualizado el 5 agosto, 2020 3:34 pm"},"featured_img_caption":"","series_order":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11301","targetHints":{"allow":["GET"]}}],"collection":[{"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/users\/7"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=11301"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/11301\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/media\/11305"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=11301"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=11301"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=11301"},{"taxonomy":"reaction","embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/reaction?post=11301"},{"taxonomy":"adace-sponsor","embeddable":true,"href":"https:\/\/belairmagazine.es\/wp-json\/wp\/v2\/adace-sponsor?post=11301"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}