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¿Qué son las mamas tuberosas y cómo corregirlas?

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Dentro de las cirugías que más se practican en las clínicas de estética se encuentran las de incremento o reducción de pecho. Pero muy pocas veces hemos escuchado hablar de la operación de las mamas tuberosas. Una malformación, también conocida como mamas tubulares, caprinas o hernia areolar, que se caracteriza porque el pecho crece por la areola, desarrollándose con un aspecto tubular. Su aspecto lleva a muchas mujeres a buscar solución. En BelAir queremos contarte que esta solución existe.

Identificar las mamas tuberosas

Las mamas tuberosas tienen un origen congénito y se producen durante la fase de desarrollo en la pubertad. Para identificarlas hay que tener en cuenta que suelen presentar una rigidez excesiva en el tejido del seno, lo que impide que la glándula mamaria se expanda con normalidad. Tienen una característica forma de “pico” y, en proporción, son pequeñas respecto al resto del cuerpo, ya que no se han desarrollado adecuadamente. Pero es un problema que, como casi todo, tiene solución.

Además, muchas mamas tuberosas tienen areolas que son más grandes de lo normal o sobresalen demasiado. A esto se le conoce como herniación areolar. Casi todos los pechos que cuentan con esta malformación son tuberosos.

operación mamas tuberosas

Un problema con solución

Mediante una pequeña operación, las mujeres que desarrollan esta malformación en uno o los dos pechos pueden mejorar su forma y tamaño. Para ello, deben buscar una clínica que analice su caso particular y que tenga experiencia en este tipo de operaciones. Y es que, para realizar correctamente esta cirugía y que el tiempo de recuperación sea menor, es necesario tratar de forma cuidadosa los tejidos, no usar drenajes, no traumatizar la mama, etc. Este tipo de intervenciones requiere de anestesia general y hospitalización de un día.

En estas cirugías es necesario normalmente colocar un implante por debajo del músculo, lo que ofrece un mejor resultado estético, pero también un mejor comportamiento a largo plazo. De esta forma, se aumentará el tamaño del pecho y mejorará su forma. Además, gracias a esta prótesis, se permitirá bajar el surco submamario a su lugar correcto, lo que alargará el polo inferior para dar un resultado muy natural. En el caso de que las areolas tengan herniación, se aprovechará también esta intervención para hacerlas más pequeñas y aplanarlas.

El cirujano también tratará la glándula que se encuentra detrás del pezón para eliminar esa forma de “pico” del pecho. El objetivo es que se expanda de forma normal y se adapte al nuevo implante.

Hay casos en los que los pechos tuberosos son muy grandes. Un supuesto en el que se evitaría la colocación del implante y se procedería a realizar una reducción de pecho para mejorar el problema. Incluso, existen otros casos en los que puede utilizarse la propia grasa del cuerpo para sustituir los implantes. O bien combinar ambas técnicas.

El aspecto del pecho durante las primeras semanas tras la operación no es el definitivo, ya que la piel tiene que ir distendiendo. Conforme más tiempo vaya pasando más natural y proporcionado se verá. Eso sí, desde el primer momento comprobarás los resultados, porque habrás dejado de ver esa forma tubular de las mamas tuberosas.

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