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Seguro que estás cansad@ de escucharlo… pero todavía no lo has puesto en práctica. Como mucho en verano. Pero lo cierto es que proteger tu piel durante todo el año debería formar parte prioritaria de tu rutina diaria. Da igual la estación. También el estado del tiempo (no vale decir eso de: hoy está nublado, no hace falta que proteja mi piel). Porque nuestro rostro siempre, SIEMPRE, va a necesitar protección solar.
Y es que existen otros agentes, además del sol, que afectan a nuestra piel: la luz azul de los móviles, tablets u ordenadores, la contaminación, etc. Las consecuencias de no protegerla pasan por acelerar su envejecimiento, propiciando la aparición de arrugas, líneas de expresión, deshidratación o falta de vitalidad. Así que sigue leyendo, porque en BelAir te damos las claves (y los productos) que necesitarás para evitarlo.
La protección solar, indispensable en nuestra rutina diaria
Es una frase que debemos interiorizar y llevar a la práctica cuando antes. Por eso te dejamos algunos productos que te ayudarán a dar carpetazo al envejecimiento prematuro de tu rostro gracias a la protección solar:
🦩 Heliocare Age Active Fluid: se trata de un fotoprotector facial ultraligero que protege el rostro de las radiaciones UVB-UVA-VL-IRA, también de la luz azul de los dispositivos digitales, a la que no hay que perder de vista. Además, cuenta con un sistema antipolución y triple complejo antiedad, que ayuda a prevenir el envejecimiento de la piel. Sin olvidar su tecnología Fernblock, cuya actividad antioxidante ayuda a reparar el daño producido por el sol.
¿Por qué nos gusta?
Por su textura ultraligera, que no deja marcas, y porque está indicado para todo tipo de pieles, también las especialmente fotosensibles. Además, es resistente al agua y al sudor.
🦩 Isdin Age Repair: este fluido anti-edad también ayuda a revertir los signos del envejecimiento. Cuenta con una exclusiva fórmula que repara y previene los signos de la edad, mejorando la producción de colágeno y aportando luminosidad a nuestro rostro. También dispone de factor de protección de 50+, por lo que nuestra piel quedará totalmente protegida tras su uso.
¿Por qué nos gusta?
Por su comodidad a la hora de utilizarlo y porque es el complemento perfecto para nuestra rutina diaria. Lo ideal es aplicarlo dos veces al día, la primera por la mañana temprano y la segunda a mitad de la tarde.
¿Por qué proteger nuestra piel en primavera y verano?
Es usual que cuando el invierno va llegando a su fin y le vamos dando la bienvenida al calor y al buen tiempo tendemos a disfrutar más del sol. Y es que es muy recomendable exponernos al sol moderadamente, unos 10 o 15 minutos al día, de cara a absorber vitamina D, una gran aliada de nuestra piel.
También es cierto, y aún más importante, que durante esta temporada el sol comienza a intensificar su efecto, por lo que debemos preparar a nuestra piel para ello con un arma indispensable: la protección solar.
Debemos ser conscientes de que las radiaciones que nuestra piel recibe del sol son muy perjudiciales. Así que, en primavera no solo debes quedarte en la crema hidratante, sino incluir en tu rutina diaria de belleza protectores solares. Y no tienes excusa, la dermo-cosmética ha evolucionado tanto que existen productos para todo tipo de pieles y necesidades, así que, encontrarás la tuya.
Tras la primavera, llega el tiempo de playa y verano, momento en el que el sol puede causar daños muy graves en tu piel si no la proteges de forma adecuada. Así que, recuerda aplicar el producto en todas las zonas expuestas y no olvides aquellas zonas más sensibles y castigadas, incluido el contorno de los ojos.
Otro consejo es que tras los “baños de sol” no olvides hidratar tu piel, es esencial aportarle de vuelta el agua que ha perdido mientras ha estado expuesta al sol. Así, te ahorrarás su envejecimiento prematuro y la mantendrás luminosa y sana.
Di sí a la protección solar en otoño y en invierno
Aunque no hayas caído en la cuenta, a pesar de ir envueltos en más capas que una cebolla, en invierno también hay que proteger la piel de los rayos ultravioleta del sol, como ya hemos comentado,así como de otros agentes externos como son el cambio de temperatura o la polución.
El uso de protección solar en verano está estandarizada en la sociedad. Sin embargo, una vez que el buen tiempo se va yendo, olvidamos que hay zonas de nuestro cuerpo, como el rostro, que continúan expuestas a los rayos solares y otros agentes de forma constante.
Los dermatólogos y farmacéuticos coinciden en que la mejor opción para evitar manchas y el envejecimiento de la piel es la protección solar, porque el sol es el máximo responsable del envejecimiento de la piel. “Siempre es importante que tengas la fotoprotección adecuada si deseas evitar efectos secundarios contraproducentes. El empleo de productos fotoprotectores en la rutina de cuidados durante todo el año es crucial para evitar problemas en la dermis”, nos explican los farmacéuticos de Vistafarma.
Por ello, la incorporación de protección solar facial en nuestros rituales de belleza diarios debe convertirse en rutina. Los hay para todos los gustos, en diferentes texturas, con color y sin color, con diferente grado de protección…. Lo más habitual es la apuesta por hidratantes con protección solar, pero si no tiene o es bajo, es importante aplicar fotoprotector después de la crema hidratante y siempre antes del maquillaje.