El origen del maquillaje de ojos no fue puramente estético, sino que se creó como un método de protección. Para entenderlo debemos remontarnos a la época del antiguo Egipto, donde sus habitantes llegaron a ser expertos en cosmética, aceites, etc. Las altas temperaturas y la exposición a multitud de enfermedades obligaron a hombres y mujeres a poner en práctica sus conocimientos para elaborar “mejunjes” que permitieran cubrir el rostro no solo como distintivo de belleza, sino para prevenir enfermedades.
El producto estrella de la época era el Kohl, un cosmético creado a base de carbón orgánico, hollín de frutos secos, hierbas y especias. Los antiguos egipcios creían que el color negro en los párpados les protegía frente al mal de ojo y, sobre todo, de los efectos del sol en la piel. La masa formada con bajas cantidades de plomo repelía las bacterias y activaba el sistema inmunológico. Con el tiempo, se fue evolucionando hacia el abandono del plomo entre sus ingredientes tras demostrarse que su absorción aumentaba los niveles en sangre y podía causar envenenamiento.
En cuanto las pestañas, la malaquita era la máscara de la época. Un mineral colorante que las resaltaba y que utilizaba de forma recurrente la mismísima Cleopatra para dar una tonalidad verde azulada a sus párpados.
No fue hasta el siglo XIX cuando surgió la primera máscara de pestañas, de la mano de Eúgene Rimmel, perfumista y empresario francés, quien creó la primera fórmula con la intención de conseguir que su mujer se convirtiera en la más guapa de todas. Ambos fundaron en 1834 en Londres “House of Rimmel”, empezando a producir el primer cosmético conocido por todo el mundo como Rimmel.
Más adelante, en 1913, y con una fórmula mejorada como la que conocemos hoy en día, el químico TL Williams comenzó a crear una máscara de pestañas para su hermana, Mabel. Una mezcla de polvo de carbón y vaselina que se convirtió en todo un éxito en ventas y que dio lugar a la prestigiosa compañía Maybelline.
Curiosidades que te gustará saber sobre las pestañas
- Las pestañas están llenas de ácaros, que son los encargados de limpiar el contorno de los párpados de células muertas protegiendo los folículos para evitar infecciones.
- El ciclo de vida de las pestañas depende de factores como la edad y la forma de alimentación de cada persona, pero podemos determinarlo entre unas 4 y 8 semanas.
- Su crecimiento es más rápido que el del cabello, ya que tardan una media de 3 meses en regenerarse, por eso la efectividad de un tratamiento para fortalecerlas se puede ver en ese periodo.
- Las pestañas no son iguales, normalmente en la zona superior tenemos más cantidad, entre 150.200 pelos, y en las inferiores no llegan a 80.
- Están formadas en un 93% de proteínas como la queratina y solo un 3% de agua.
- Al igual que sucede con el cabello, las pestañas se caen todos los días y perdemos una media de 5 pestañas al día sin darnos cuenta, porque ya hay otras creciendo para ir sustituyéndolas.
- La media de longitud de las pestañas es de un centímetro, pero ¿sabías que el récord de longitud de pestañas lo ostenta un hombre? ¡Nada más y nada menos que 6,9 cm!
- Si ya las cuidaban en tiempos de los egipcios, ¡deberíamos cuidarlas bien con tantos tratamientos para elegir como hay actualmente!
Y entre los productos estrella para nuestro cuidado, Flash es sin duda nuestra primera elección. Es un innovador y premiado suero, muy fácil de usar, ya que solo requiere una aplicación al día y en menos de un minuto. Es seguro para ojos sensibles y tiene una eficacia garantizada y visible a las 3 semanas.
Su principal principio activo es el Pantenol Provitamina B5, que repara la queratina dañada del pelo y crea una película protectora. Contribuye a la reparación de la barrera natural del pelo, a la vez que proporciona flexibilidad, elasticidad y brillo. Las pestañas se vuelven más brillantes, suaves, densas y protegidas. Además, contiene proteína de soja, ácido hialurónico, colágeno, péptido y tetrapéptido y proteína de trigo.
Las pestañas postizas, la tendencia del momento
Y para seguir adentrándonos en el mundo de las pestañas, quién mejor que Las Pestañas de Julia para resolver todas nuestras dudas. Como nos comenta su responsable de gestión, Ana Lozano, hoy en día nos cuidamos más en general, tanto hombres como mujeres, y los tratamientos para pestañas postizas han evolucionado mucho en técnica, ya que ahora existe la posibilidad de poder llevarlas de manera cómoda y con resultados maravillosos.
“La verdad es que tenemos todo tipo de clientas, desde las que conservan un estilo de pestañas más natural hasta las más extremistas en volumen y largura. Y es que, como dice el refrán, ¡¡para gustos colores!! Pero sí es cierto que, si tuviéramos que elegir, es más habitual es el look natural”, asegura Ana Lozano.
Pero, al igual que con nuestra piel, las pestañas postizas requieren mimos y cuidados. Según nos cuentan desde el centro, para garantizar el cuidado de las mismas es muy importante no utilizar productos excesivamente grasos en la zona de los ojos, evitar el uso de máscara de pestañas y, sobre todo, limpiarlas diariamente.
Ana Lozano afirma que “hay muchas personas que no las quieren mojar porque piensan que las estropean y, sin embargo, es todo lo contrario, solo no hay que mojarlas las primeras 24 horas para asegurar la total adhesión de las extensiones. una vez pasado ese tiempo prudencial hay que limpiarlas a diario”. La especialista recomienda el uso de un limpiador jabonoso específico para la zona.
🦩¿Usar extensiones de pestañas daña a las nuestras naturales?
A.L. El uso de extensiones adecuadas a tu base de pestañas no afecta a la caída de las tuyas, el uso de extensiones inadecuadas sí lo hace. Me explico, cada persona tiene una pestaña natural y ha de ser consciente de sus posibilidades. En caso de pestañas muy finas y/o débiles no es adecuado poner pestañas excesivamente largas o poner volumen ruso (que es poner más de un pelo por pestaña), aunque tenemos un tipo de volumen de pestañas finas para estos tipos de casos.
En nuestro centro todas las profesionales asesoran a sus clientas para ponerles algo que no les dañe sus propias pestañas, aunque finalmente la decisión la toma la clienta, y si escoge algo más pesado de lo que su pestaña soporte con el tiempo sí la dañaría. Sin embargo, si se dejan asesorar y llevan algo adecuado para su base pueden tenerlas sin problemas. De hecho, tenemos clientas que llevan años acudiendo a nuestro centro mucho tiempo.
También si habitualmente llevas extensiones de pestañas es recomendable usar productos para fortalecerlas. Para ello, los sérum para las pestañas hacen que crezca más cantidad, más fuertes y más largas, los resultados están totalmente garantizados, ya que todas nuestras clientas que lo utilizan lo corroboran.
🦩¿Cada cuánto recomendáis hacer tratamientos de pestañas?
A.L. Para mantener las pestañas hay que realizar lo que llamamos “relleno” cada tres o cuatro semanas. Respecto “dejarlas respirar” depende de la persona y del tipo de pestañas que lleve. Como comentaba anteriormente si te pones algo adecuado para ti, las limpias adecuadamente y utilizas algún fortalecedor para ayudar a mantenerlas fuertes, puedes llevarlas sin inconvenientes.
🦩¿Cuáles serán las tendencias para este nuevo año?
A.L. Actualmente estamos usando mucho las pestañas 2D efecto rímel intenso, las incorporamos hace unos meses, y cada vez son más las clientas que las prueban y se quedan con ellas.
🦩¿con qué tratamientos contáis?
A.L. Clásicas: pueden ser de color negro mate efecto natural o negro intenso efecto rímel, y se colocan pelo sobre pelo.
Volumen ruso: se coloca más de un pelo sobre cada pelo.
Mix: es un combinado de las dos técnicas anteriores, en algunas ponemos pelo sobre pelo y en otras más pelos sobre pelo.
2D Efecto rímel intenso: son pelo sobre pelo, pero estas pestañas son con un poco más de grosor, son más rizadas y más negras, por eso dan ese efecto de rímel intenso.
Lifitng de pestañas: tu propia pestaña natural la elevamos dando una ligera curvatura, teñimos de negro y finalizamos con un tratamiento de nutrición a base de keratina. Este tratamiento es ideal para la persona que quiere un look más natural, pero quiere embellecer su mirada.
