Procedente de Zalla, País Vasco, Carmen Esperanza (también conocida como Trimadredeprincesas) se dio a conocer a través de las redes sociales y ya cuenta con una comunidad de miles de seguidores que no para de crecer. De ella destacan su naturalidad y el humor con el que nos cuenta su vida de madre a tiempo completo en las redes sociales, facetas que compagina perfectamente, “ya que la base de mi perfil de IG la forman mis experiencias familiares, moda y salud y, al hacerlo de forma natural, únicamente muestro mi cara real”, señala.
Y es que, si hay algo que sabemos, es que el éxito de Carmen en Instagram es fruto de su magnetismo y, por supuesto, de sus tres preciosas hijas: Martina, Valentina y Manuela. Pero, empecemos por el principio, porque antes del ‘boom’ de Instagram, Carmen era Carmen y, como muchos, se decantó por dos carreras completamente diferentes...
🦩 ¿Qué estudiaste?
Carmen Esperanza. Hice un año de económicas, vi que no era lo mío y, como siempre me han gustado los niños y además mi abuela era profesora, escogí esta carrera. Fue una experiencia enriquecedora, sobre todo las prácticas que realicé en el colegio donde mi abuela dio clases.
Pero, según afirma en su blog, donde muestra su lado más personal, el verdadero cambio le llegó cuando una vez terminada la carrera empezó a interesarse por el coaching. “Me ha ayudado a ver las cosas desde otro punto de vista. A utilizar la empatía, estar presente con mis hijas, ¡ayudar a mis amigos o a todo el que lo necesite y hacerme crecer como persona!”, indica.
Las redes sociales desde un punto de vista diferente
Pronto Carmen empezó a enamorar a sus seguidores. A través de sus redes, les mostraba el día a día de una madre con sus cosas buenas y sus cosas malas. Y el número de personas que se sentían identificadas con su inocencia y con la humildad con la que mostraba la realidad de su vida no paraba de crecer.
Las redes sociales se fueron integrando en su vida y le ayudaron a “mantener el contacto con aquellas personas a las que no tengo la posibilidad de ver a diario”. Pero, poco a poco, se terminaron convirtiendo en su trabajo.
🦩 ¿Qué opina Carmen Esperanza de las redes sociales como una herramienta de negocio?
CE. Yo nunca lo he enfocado de esta manera. A nivel particular, el problema surge cuando te haces un perfil de Instagram personal con la idea de sacar un rédito económico. Otra cosa es aquel negocio que se hace un perfil para difundir sus marcas. En mi caso, tengo que decir que lo que empezó siendo una experiencia vocacional ha acabado siendo un trabajo que adoro.
🦩 ¿Crees que las redes sociales son un arma de doble filo para chicas jóvenes?
CE. Como cualquier medio de difusión e interacción, todo depende de la cabeza con la que las manejes. Sí que estoy a favor de un control por parte de los padres/madres y, asimismo, de una educación en el colegio de qué medidas tomar en uso de las mismas.
🦩 ¿Qué es lo mejor y lo peor de las redes sociales?
CE. Lo mejor, sin duda, son las muestras de cariño y de agradecimiento de todas aquellas personas que disfrutan de tus experiencias. Lo peor, son los llamados trolls o haters, que entran en el perfil a criticar por criticar o directamente al insulto. En ese aspecto me considero una afortunada, ya que en muy contadas veces sufro situaciones desagradables de este tipo.
🦩 Y la pregunta estrella entre tus seguidores: ¿Cómo consigues ser siempre tan positiva y no reflejar tus momentos de estrés?
CE. En esta vida solo hay dos opciones: o hacer la técnica del avestruz, que es no afrontar los problemas y dejarse romper por los golpes de la vida; o encarar las dificultades con la mejor de las actitudes.
Conocemos a la familia de Trimadredeprincesas
A Carmen la acompañan en sus publicaciones sus tres niñas, su marido, sus padres y su hermano, que se han ganado un hueco en el corazón de todos sus seguidores. De hecho, muchos se declaran verdaderos fans de su padre, quien nos ha hecho llorar de la risa a través de sus stories, o su madre, quien prefiere mantenerse en un segundo plano pero que nos ha regalado algún que otro momentazo.
Su hermano Luis (@luis_hernandez_actor), a quien hemos podido ver con verdadera adoración hacia sus sobrinas, es quien de vez en cuando echa una mano a Carmen con la corrección de algunos textos.
Gorka, padrazo y mejor compañero de vida y, por último, y no por ello menos importantes: Martina, la mayor, a quien describe como “curiosa y valiente”; Valentina, “tímida” aunque asegura que “las mata callando”; y Manuela, “un ángel dulce y pizpireto”. Carmen asegura que estas dos últimas, a pesar ser mellizas, son completamente diferentes.
“A pesar de que lo parezcan, no existen dos copos de nieve iguales, mis hijas son muy diferentes y lo que le gusta a una no le gusta a la otra. Cada una, como diferentes que son, tienen necesidades diferentes y, por ello, cada una necesita su espacio”, nos cuenta.
🦩Y para terminar Carmen, algún consejo que puedas regalarnos…
CE. Hay una frase de Victor küppers que me encanta y la utilizo mucho: “Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante” (saber priorizar). Pasamos gran parte de nuestra vida preocupándonos por cosas que no son realmente importantes.