La historia de los bolsos Castellana Lane empieza en La Palma, una tranquila isla del archipiélago canario. Su fundadora, Ana Cortés, un día de 2014, antes de ir a un mercadillo para vender las hortalizas que había cultivado en su huerto ecológico, decidió hacer una bolsa con un saco de café reciclado y decorarlo con unas flores para que sus clientes pudieran llevar su compra a casa.
Aunque aún no lo sabía, en ese momento nacieron los bolsos de Castellana Lane.
La firma apuesta por el slowfashion, creando productos artesanales y handmade, en donde el entero proceso está hecho con materiales cercanos como las flores naturales.
¿Por qué nos gusta?
Por ser 100% Made in Spain, que utilice productos muchas veces reciclados y que te hagan recordar la naturaleza y el vínculo que tenemos con la tierra. Todo hecho a “fuego lento”.
¿Dónde encontrarla?
A través de su página web, Instagram o Facebook.