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La cirugía de pecho es, año tras año, la primera cirugía estética que solicitan las mujeres. La ISAPS (International Society of Aesthetic Plastic Surgery) señala en su último estudio que el 15,8% de cirugías estéticas corresponden al aumento de pecho, situándose en la primera posición. Además del aumento de mamas, también hay otras como la elevación, que supone el 6,5% del total de estos procedimientos quirúrgicos; la reducción, el 5,3%; y el recambio de prótesis, el 2%.
Una de las preguntas más recurrentes de las pacientes cuando acuden a consulta para solicitar una cirugía de pecho es ¿cuándo podré volver a hacer deporte? Hay que tener en cuenta que se trata un procedimiento invasivo, lo que significa que la paciente necesitará varias semanas para que su cuerpo se recupere y para favorecer el proceso de cicatrización de los tejidos para que las cicatrices pasen lo más desapercibidas posible.
Como señala el Dr. Carlos Gullón, cirujano plástico de Clínica FEMM, el tiempo de recuperación lo marcan las necesidades de cada paciente. Partiendo de esta afirmación, establece unos plazos en los que hay que evitar toda actividad física y unos plazos en los que se puede empezar de nuevo con las rutinas de entrenamiento.
Parar un mes para una cirugía de pecho efectiva
“Es importante que tengamos en cuenta que nuestra cirugía de pecho nos acompañará toda la vida, o durante muchos años, por lo que merece la pena relajarnos y aceptar que estaremos sin poder realizar determinadas actividades físicas durante uno, dos o tres meses” indica el Dr. Gullón. Pero esta pequeña parada en la rutina deportiva sin duda merecerá la pena para lograr los mejores resultados.
Tras una cirugía de mamas, lo mínimo que la paciente tiene que estar sin hacer deporte es tres o cuatro semanas. Esto se aplica tanto en el tren superior como en el inferior: aunque en los ejercicios de glúteos o piernas no estén implicados directamente los músculos pectorales, hacerlos genera movimiento y puede producir tensión, por ejemplo, al modificar una determinada postura o intentar mantener un equilibrio.
Tras un mes de resposo, ¿cómo puedes empezar a entrenar?
Pasado ese primer mes, el Dr. Gullón señala que se puede empezar a realizar ejercicios propios del tren inferior y algunos del tren superior, pero muy controlados y sin aplicar peso, ni de máquinas o elementos como mancuernas o cintas, ni de nuestro propio cuerpo, en el caso de que realices ejercicios de calistenia, yoga o pilates. Hay que comenzar con pocas repeticiones y fijarnos en cómo responde nuestro cuerpo: si sentimos dolor o molestias, es mejor parar.
Alrededor de los dos meses se pueden introducir ejercicios de mayor intensidad e ir incrementando la frecuencia y repeticiones, teniendo siempre en cuenta no sentir dolor ni molestias. Se puede empezar a trabajar con el peso de nuestro propio cuerpo, por ejemplo, con flexiones. También a partir de los dos meses es posible retomar la natación, el pilates y el yoga, y volver a montar en bici.
“A los tres meses la actividad deportiva podrá volver prácticamente a la normalidad, lo que significa poder realizar de nuevo los ejercicios a los que estábamos acostumbrados o retomar prácticas deportivas como tenis, hípica, baloncesto, danza, boxeo…” aclara el Dr. Gullón. “Eso sí, es totalmente necesario utilizar sujetadores adecuados, que retengan el pecho con firmeza y eviten que se mueva en la mayor medida posible”.
Cada paciente tiene sus tiempos de recuperación
En cualquier caso, cada paciente es única, por lo que será el cirujano plástico quien mejor pueda aconsejar sobre el reinicio de la actividad física en las revisiones post operatorias.
Finalmente, una observación respecto a las pacientes que van a realizarse un aumento de pecho: el volumen (los centímetros cúbicos de la prótesis) para entrenar sin molestias no debería superar las proporciones óptimas del tamaño del torso; si se elige una talla muy grande es muy probable que existan molestias durante los entrenamientos. Por eso, el Dr. Gullón recomienda aclarar todos estos aspectos en las consultas previas a la intervención.
¿Realizas deporte de alta intensidad?
Si la paciente que quiere realizarse un aumento de pecho tiene una intensa actividad física es importante tener en cuenta dos aspectos: dónde colocar esos implantes y qué tipo de prótesis elegir. Sobre el dónde, el Dr. Gullón indica que es mejor situarlos en el plano subfascial, para que la prótesis debilite lo menos posible el músculo pectoral.
En cuanto al tipo de prótesis, hay que evitar los implantes de superficie rugosa porque pueden molestar por la fricción de la textura rugosa contra el pectoral (por ejemplo, si se trabajan numerosos ejercicios de fuerza o ejercicios que requieran mucha repetición) o incluso implicar la aparición de seromas, una acumulación de líquido de características inflamatorias que rodea el implante y hace que quede sumergido, por la fricción. El Dr. Gullón recomienda utilizar prótesis de superficie lisa, que no generan este tipo de problemas.